lunes, 8 de febrero de 2010

El ejemplo Evo

Por Jorge Alvarez

Para aquellos que son enteramente descreídos, desesperanzados, desilusionados de los políticos, permítanme mostrarles un ejemplo de político que sería exactamente la contracara de lo que ustedes en general conocen.
La mayoría de los políticos son gente que tiene cierto nivel social, títulos, infancia normal, estudios, relaciones, etc.Evo, nació en la más extrema pobreza. Su rancho de adobe y paja era de 3 por 4 metros, allí dormían, comían, vivían. De siete hermanos sólo tres sobrevivieron (él uno de esos).Los otros cuatro, murieron por la pobreza. Su madre y su padre también murieron. En Bolivia los pobres que logran sobrevivir a la niñez, mueren entre los 40 y 50 años.
De muy chiquito se relacionó con la tierra, con ?la madre tierra?. Como buen indio sabe de su verdadero significado. Cultivó y fue pastor de llamas.
Caminando por su país en busca de trabajo, Evo sabe lo que es el hambre. Comía las cáscaras de bananas o naranjas que arrojaban desde la ventilla de algún ómnibus que pasaba por la carretera.
De joven trabajó en uno de los cultivos tradicionales de su país: la hoja de coca. Esa planta medicinal, legendaria, de los pueblos originarios del altiplano es cultivada para poder sobrevivir y trabajar, en el duro clima de las alturas. Fue cocalero no ?narcotraficante?, como quisieron llamarlo los sostenedores de un régimen entreguista y los norteamericanos, quienes en una oportunidad desde un helicóptero de la DEA, ametrallaron a cinco compañeros suyos agricultores que mataron y él se salvó herido.
Pero hubo otro hecho que lo decidió a pelar hasta el final. También fueron soldados quienes, siguiendo esa política de matar campesinos opositores al régimen so pretexto de la coca, lo detuvieron una vez y prendieron fuego quemando vivo a un compañero suyo que murió de esa manera atroz a su lado. Pudo ser él, pero se ve que el destino tenía otros planes.
EVO PRESIDENTE:
Evo gana la primera vez con el 54 % de los votos y ahora acaba de ser reelegido nuevamente con el 64%, histórico en un país siempre dominado (salvo algunos muy cortos períodos) por serviles y empleados del Departamento de Estado norteamericano.
La copa que rebasó el vaso fue Sánchez de Lozada. Educado en EE.UU. apenas hablaba castellano, pero alcanzó para vender el país (al mejor estilo Carlos Menem).
Y ese indio, vitupendiado, criticado, denostado por los grandes medios de comunicación al servicio de las multinacionales e intereses extranjeros o de la oligarquía rica que se había adueñado del país desde su supuesta ?independencia? hace 200 años, demostró no sólo saber gobernar, sino ser más moral y de firmes principios que todos los que pasaron por el ?Palacio Quemado? de La Paz, la Casa de Gobierno boliviana.
CAMBIOS EN BOLIVIA:
Recuperando la propiedad de los hidrocarburos, haciendo una política donde claramente ?PRIMERO LOS BOLIVIANOS?, con sentido común, criterio, honestidad y firmeza de convicciones y objetivos claros, Evo hizo en muy poco tiempo cosas increíble como político gobernante. Cómo habrá sido de bueno su gobierno, que salvo la clara intentona de sacarlo del gobierno a través de un golpe de Estado so pretexto de la ?separación? de las regiones ricas, donde sí se ocuparon de que la prensa diera cuenta de esos problemas con letras grandes y grandes coberturas televisivas, después, el silencio sobre sus acciones fue tan notorio, que quedaba expuesto que Evo estaba haciendo un buen gobierno? por eso no había que darle prensa.
Por primera vez en la historia el gobierno tuvo un superávit con más de 10.000 millones de dólares en el Banco.
La UNESCO declaró (por primera vez también) ?Bolivia Libre de Analfabetismo?. Cuando no muy lejos en su historia les cortaban las manos o les sacaban los ojos a los indios que se atrevían a aprender a leer o escribir.
Implementó una activa política social en serio: un bono para que un millón de niños puedan crecer sanos.Ayudado por Cuba y Venezuela, cientos de médicos llegaron a lugares donde jamás llegaba la atención de la salud. Contra la ceguera, contra el analfabetismo, contra la pobreza, esas fueron las guerras donde peleó Evo: «Operación Milagro». «Yo sí puedo».Por una sociedad más justa. Con las reglas de la democracia y a pesar de todas las operaciones en su contra, no sólo los países más importantes de América Latina, sino también Europa y oriente le dieron su respaldo.
Pero Evo acaba de demostrar que son sus propios conciudadanos quienes lo apoyan. Bolivia durante su gobierno creció a un récord histórico del 5.5 promedio. Los jóvenes son atendidos y beneficiados para que no padezcan hambre y puedan estudiar. Por primera vez un gobernante se ocupa de los viejos. Sobre todo los indios, históricamente desamparados, por primera vez tienen cobertura social y salud gratuita, la Renta Dignidad.
RECURSOS NATURALES RECUPERADOS:
Evo cortó el saqueo históricos de sus recursos naturales y con esa ganancia por fin los bolivianos comenzaron a vivir un poco mejor. No hacía falta ser un egresado de Harvard o contar con el apoyo de la embajada de USA.
Una Reforma Agraria para trabajar la tierra. Distribuir más justamente la riqueza y terminar con grandes extensiones ociosas. Inexplotadas. Abandonadas.
Hacía falta tener valores. Principios. Ser moral. Ser honesto.A Evo no le interesa Nueva York, los Rolex, los hoteles de lujo, ni las cuentas en Suiza.Todo eso que atrae sobremanera a la mayoría de una clase política que lentamente tiene que ir desapareciendo. Porque llegó el final de la hipocresía. Llegó la hora de la verdad, en todos los campos.
Porque en la política ya no es ?todo relativo?? hoy las cosas son como son, en realidad, son COMO DEBEN SER.
A Evo Morales, lo propusieron para el Nobel de la Paz. Se lo dieron a Obama, quien acaba de mandar más soldados a Afganistán. Una guerra inventada en tierras que no le pertenecen. Tampoco le pertenece Irak desde donde siguen extrayéndole su petróleo y muriendo inocentes. Pero ?la guerra es necesaria para la paz?, dijo el filósofo que continúa siendo títere del establisment y de los intereses económicos que en su propio país tienen maniatado a los presidentes desde hace décadas.
Pero estoy seguro que a Evo lo hace mucho más feliz el aplastante y resonante triunfo de su reelección que la careteada hipócrita de un premio comprado que a nadie convenció.
Me quedo con Evo. Me quedo con el indio. Después de ver lo de Obama, estoy de acuerdo con la idea que señala: ?los indios, son la reserva moral de la humanidad?.